Ya conoceréis esta tradición extranjera que nos está encantando a todos con sus sustos, su miedo, pero sobretodo, con lo que disfrutamos y con su divertida decoración. Sí, lo habéis adivinado, ¡Halloween! Hoy entraremos en detalle con uno de los adornos más clásicos de este festivo para que puedas intentarlo en casa y, con un poco de esfuerzo podrás hacer tus propios Jack-O-Lanterns. De unas calabazas del huerto, ¡conseguirás unos resultados espantosos!
Necesitarás dos cuchillos, uno grande y uno más pequeño, pero ambos bien afilados. Una cuchara también facilitará el trabajo y un rotulador permanente. Lo primero que deberás hacer es serrar la parte superior de la calabaza de tal forma que se pueda retirar como si se tratase de un tapón. Hecho esto, usa el cuchillo y la cuchara para rascarlo hasta que quede más o menos limpio. Vacía todo lo que puedas de la calabaza usando la cuchara y rascando también los bordes para que no queden hilos ni pipas colgando en el interior.
Una vez la calabaza esté bien limpia por dentro, usa el permanente para dibujarle el esbozo de la forma que querrás tallar en su superficie. Usa el cuchillo para recortar y afinar las formas para darle una cara divertida o de miedo, o cualquier otra forma que no sea demasiado complicado de llevar a cabo en la fase de tallar. Una vez finiquitada tu calabaza, coloca en su interior una vela pequeña, vuelve a ponerle su “tapón” y ¡disfruta de sus luces y sombras escalofriantes!
Otra idea igual de divertida es la de pintar tus calabazas. Los colores de Acualux te servirán de gran inspiración para pintarles caras y dibujos simpáticos o terroríficos, todos perfectos para tu decoración de Halloween. Sea cual sea tu resultado final, tendrás unos adornos DIY estacionales chulísimos y originales, pero sobretodo súper divertidos de hacer. Preparado para empezar, ¡Allá va!
