La sencillez es un valor en alza en muchos aspectos de la vida y el sector de la decoración no es una excepción. Al contrario: para vestir tu casa, el mantra que debes seguir es “menos es más”. Por eso, en este post te ofrecemos un truco decorativo que sigue estas reglas y que conseguirá dar a tu hogar un aire minimalista sin renunciar a lo que más nos gusta: el color. ¿Cuál es el truco? Enlazar colores de una misma gama.
Escoge dos tonos diferentes del mismo color: el primero, más claro que el segundo, que será el encargado de marcar el contraste. Por ejemplo: color Piedra de TITAN UnaCapa junto a un Gris Suave. A partir de aquí, tienes dos opciones.
En primer lugar, puedes pintar dos paredes que estén juntas y que cada una tenga uno de los dos tonos. Esta opción dará más luminosidad a la estancia, al tiempo que consigue que sea más acogedora.
La segunda opción implica dividir una pared en dos mitades, utilizando una cinta de pintor para marcar el límite. Aplica el color más oscuro en la parte de abajo y el más claro en la parte superior. Después, retira la cinta y pinta el espacio que antes ocupaba la cinta con uno de los dos tonos.
Además, para los más atrevidos, existe la opción de añadir un tercer color de la misma gama. Siguiendo la escala de grises que os hemos planteado como ejemplo, podríamos incorporar el Piedra Suave, que es un tono más claro que el Gris Suave. ¿Dónde lo añadimos? En el espacio que quedaba sin pintar una vez retirada la cinta de pintor.
No tienes por qué a la escala de grises, también puedes lanzarte con otros colores más atrevidos sin que tus paredes pierdan un ápice de elegancia. Por ejemplo, puedes aprovechar la moda de los rosas suaves o combinar otros colores pastel: un Marfil al lado de Plátano y Melocotón de nuestra gama Titan Export.
¡A pintar!
