Ha pasado de ser un lugar apagado y gris a uno lleno de color, y todo con un claro objetivo: el de alegrar a los pequeños que tienen que pasar allí más tiempo del que querrían.
La petición de Carmen López, la propulsora del proyecto, ha sido todo un éxito, se ha utilizado más de 700 kilos de pintura TITANLUX y han participado más de 200 voluntarios y media docena de diseñadores.
El siguiente paso consistirá en crear una especie de terraza que simbolizará un aeropuerto, para que los niños de la segunda planta puedan salir.
Como ya sabéis, las plantas del Hospital se han dividido por temática (Tierra, mar y aire). ¿Quieres conocer cómo están pintadas las plantas? Descúbrelo aquí.
Con esto damos por zanjado un proyecto que nos ha aportado mucho a nivel humano, en el que hemos conocido a grandes personas y donde hemos podido aportar nuestro granito de arena. ¿Quién nos hubiera dicho que con un poco de TITANLUX podríamos alegrar a tantas sonrisas?