Una pared blanca puede convertirse en un gran lienzo blanco en el que exprimir tu creatividad. Y si no lo crees, hoy te traemos un DIY para demostrártelo: te enseñamos a pintar un precioso mural de un árbol que acompañará tus fotografías más especiales.
Para empezar tendrás que marcar con un lápiz la silueta de un árbol en la pared. No te preocupes si no eres un gran dibujante, puedes utilizar la foto de este post para guiarte y que te sirva de referencia.
En el extremo de cada rama irá colocada una fotografía enmarcada, así que tenlo en cuenta a la hora de dibujar las ramas y el número de fotografías que quieras colocar.
Una vez tengas clara y bien definida la silueta de un árbol, protege el suelo de la pared y los zócalos con plásticos o papeles protectores y fíalos con cinta de carrocero para que no se muevan mientras estés pintando.
A continuación, con una brocha mediana, resigue y pinta las partes más gruesas de silueta del árbol con una capa de TITAN Unilak Multisuperficies color negro. Y para las partes más finas, como los extremos de las ramas y las hojas, utiliza un pincel pequeño que te permita definir con precisión la silueta.
Si la pared fuera de un color distinto al blanco, valora la opción de darle una segunda capa para que el negro quede bien definido en la pared.
Para acabar, solo te quedará colocar en el extremo de cada rama una fotografía enmarcada, en la medida de lo posible, en un marco negro que conjunte con el árbol.
¿Es un DIY muy original verdad? Estamos seguros vas a impresionar a todas las visitas que recibas en casa, así que… ¡no lo pienses más y ponte manos a la obra!
