Seguro que en casa o en el jardín tienes unos cuantos cubos de metal sin usar y que, siendo sinceros, lo único que hacen es estorbar. Pero no te preocupes más porque hoy te traemos un magnifico DIY para reconvertir los cubos metálicos en una espectacular estantería que será la envidia de todo el vecindario.
¿Quieres saber cómo se hace? ¡Vamos a por ello! Lo primero que necesitas son cubos de metal. No hace falta que sean todos iguales, de hecho, si tienen distintos tamaños quedará mucho mejor. Coge los cubos y marca en cada uno ellos cuatro puntos en forma de cruz con un lápiz, ahí se situarán los tornillos para que se sujeten en la pared. Seguidamente agujerea cada punto marcado con un taladro de metal.
Ahora llega nuestro paso favorito, ¡el pintado! Puedes hacerlo optando por un mismo color o dándole un tono distinto a cada cubo. Nosotros te recomendamos que te decidas utilizando la carta de colores de Unilak y que escojas tres o cuatro colores que combinen entre sí. ¿Nuestra apuesta? El color Marfil, el Blanco Piedra y el Arena.
Una vez hayas pintado los cubos, sujétalos en el sitio donde te gustaría colocarlos y marca en la pared la ubicación de los agujeros. De nuevo coge un taladro y realiza los agujeros marcados en la pared. A continuación coloca un taco en cada agujero y ya estarás listo para colgar los cubos. Sujétalos en la posición alineada con los agujeros y une los cubos a la pared con tornillos.
¡Y ya está! ¿Ves que fácil y rápido? En poco tiempo nos hemos quitado de encima los molestos cubos y, además, tenemos una estantería que podría haber sido realizada por los mejores diseñadores ;)
