- Antes de comenzar tu proyecto, lo más importante es asegurarte de proteger absolutamente todo aquello que no quieras cubrir de pintura. Nunca te arrepentirás de cubrir algo, pero sí de dejarlo desprotegido. Utiliza tela de lona para proteger ya que, a diferencia de unas sábanas, contendrá mejor la pintura evitando que traspase y manche lo que esté debajo. Un plástico tendría la misma función pero impide secarse a la pintura y, además de suponer un peligro de ensuciar, puede ser resbaladizo.
- El siguiente paso previo a la aplicación de pintura es repasar todas las paredes y buscar suciedad, agujeros, abolladuras y otras imperfecciones. Desengrasa y limpia las paredes con un trapo húmedo con amoníaco y rellena los huecos y los desniveles con Masilla Plástica TITAN para una superficie lisa y lista para pintar.
- Una vez empieces a trabajar, acábalo. No, no tienes que terminar el espacio entero de golpe pero sí la pared que hayas empezado antes de ir a la siguiente. Parece fácil empezar por las esquinas con el pincel y luego usar el rodillo para rellenar las paredes pero no es la mejor forma de hacerlo. Trabajar una pared de principio a fin de manera continua implica dejar menos tiempo entre la aplicación de la pintura facilitando así un acabado uniforme.
- A la hora de pintar, pinta desde arriba hasta abajo. Esto permitirá cubrir salpicaduras u otras manchas a medida que lleves a cabo el trabajo. Rectificar pintando por encima de una gota una vez ya está pintada la superficie inferior puede causar marcas no deseadas y puede afectar un buen acabado uniforme.
- Si no puedes acabar todo el trabajo en un día, no hace falta que limpies todo el material. Envuelve los pinceles, rodillos y bandejas con film de plástico bastante apretado para conservarlo hasta el día siguiente. Así, al impedir que la pintura se seque, estará todo listo para usar cuando quieras retomar la tarea de pintar tu espacio.
- El siguiente paso previo a la aplicación de pintura es repasar todas las paredes y buscar suciedad, agujeros, abolladuras y otras imperfecciones. Desengrasa y limpia las paredes con un trapo húmedo con amoníaco y rellena los huecos y los desniveles con Masilla Plástica TITAN para una superficie lisa y lista para pintar.
- Una vez empieces a trabajar, acábalo. No, no tienes que terminar el espacio entero de golpe pero sí la pared que hayas empezado antes de ir a la siguiente. Parece fácil empezar por las esquinas con el pincel y luego usar el rodillo para rellenar las paredes pero no es la mejor forma de hacerlo. Trabajar una pared de principio a fin de manera continua implica dejar menos tiempo entre la aplicación de la pintura facilitando así un acabado uniforme.
- A la hora de pintar, pinta desde arriba hasta abajo. Esto permitirá cubrir salpicaduras u otras manchas a medida que lleves a cabo el trabajo. Rectificar pintando por encima de una gota una vez ya está pintada la superficie inferior puede causar marcas no deseadas y puede afectar un buen acabado uniforme.
- Si no puedes acabar todo el trabajo en un día, no hace falta que limpies todo el material. Envuelve los pinceles, rodillos y bandejas con film de plástico bastante apretado para conservarlo hasta el día siguiente. Así, al impedir que la pintura se seque, estará todo listo para usar cuando quieras retomar la tarea de pintar tu espacio.
El resto lo tendrás que hacer tú, pero esperamos que con estos cinco consejos acabes con un resultado con menos imperfecciones y teniendo más claro el procedimiento a seguir. Ahora con la inspiración del color del mes o de la carta de colores de Titan Una Capa podrás encarar tu proyecto para que se haga una realidad.